María Miguel
Irene, la hija de Rafa, sigue sin tomarse la vida demasiado enserio a sus cincuenta y tantos años, y se ha embarcado en una relación con Müller. A pesar del morbo y la curiosidad que le provoca, son muy opuestos, cosa que Irene tiene clara. Será Müller quien tenga que afrontar el carácter peculiar de la hija de su amigo.